El Papa Benedicto ha anunciado que las misas podrán decirse de nuevo en latín, en aquellas iglesias que los obispados consideren oportuno. Osease, a partir de ahora, tenemos a un montonazo de curas revolviendo sus sacristías, buscando sus misales acordes al Concilio de Trento.Yo creo que se han quedado cortos. Si queremos progresar, pues hagámoslo de una vez, no a cachos:
- Que vuelva la Inquisición; es bien sabido que la fe aumenta al calor de una buena hoguera.
- Que se ponga de nuevo de moda la mantilla y el traje negro para ir a misa los domingos.
- Nada de bailes agarraos, panda de procaces desbocados.
- Zapatero, bajo palio cuando vaya a visitar algún pantano, como Dios manda.
- Revitalicemos la industria: que vuelvan a florecer las fábricas de misales, rosarios, peinetas, cilicios, y todo el merchandaising eclesiástico.
Como dijo el clásico: "Quo usque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?", es decir, más o menos, ¿hasta cuando vas a estar tocándonos la parte esta del escroto, guapo?
