lunes, 6 de agosto de 2007

Er Jamirton

Esto del mundo de la Fórmula Uno es la caña; si hace tres o cuatro años, le hubieras hablado a alguien en la orilla de la barra de un bar, acerca de cambios de neumáticos, estrategias de repostaje o si los Bridgestone crean mucho grip en blando, fijo que terminabas en el cuartelillo, en el psiquiátrico, o en urgencias, con un labio partido.

Pero los tiempos cambian, y hemos pasado de putear al árbitro por el penalty del domingo a putear al Jamirton ese de los huevos y a su puñetero padre por hacerle la puñeta al soso del Alonso. Sí, el chaval es soso, pero ahí lo tienes, con dos campeonatos del mundo, y casado con la morenita esa que canta. No está nada mal para ser soso.

Pues lo que decía, que el Jamirton ese nos tiene hasta los mismos; este es el típico que pasaba de curso copiando, que te lo digo yo. Chaval, copiando apruebas, pero no aprendes. Y si no, en plan acusica, ay, profe, que el Alonso no ma dejao pasar, regáñale, o se lo digo a la FIA y a mi padre, y va a venir y se va a enterar.

Y el padre, anda que no es jartible el padre, metido en todas partes, enseñando su dentadura blanco nuclear; y si no el hermano, y cuando no, pues el cuñado de un primo. Hasta las ingles de la familia Trapp esta, oyes.

Y todos los ingleses, hijos de la Gran Bretaña y de la pérfida Albión, achuchando para que el chavalito este gane el campeonato del mundo, metiendo cizaña y puteando todo lo que hace el nuestro. Si es que se les come la envidia.

Pero vamos, que la culpa la tiene Alonso por irse a un equipo inglés. Panda de piratas a sueldo; ya le hicieron la puñeta a Carlos Sainz, y la historia se repite. Si el Jamirton ese corriera en un equipo de aquí, se iba a cagar por las patas abajo. Ruedas pinchadas, azúcar en el depósito de la gasolina, y hasta chinchetas en el asiento del coche. Y que tengas cuidao al salir del circuito, chavá, que me he quedao con tu cara... Anda que no.