sábado, 28 de julio de 2007

Naturaleza Humana

Es curioso esto de ser padre; se le presupone a uno cierto grado de responsabilidad, de madurez. Pero se ve que va a ser que no.

Hace días, condenaron a un padre a no poder ver a su hijo de 10 años por ponerlo delante de los toros en una de las carreras de San Fermín. Y es que, qué quieres que te diga, no me parece muy sensato lo que hacía ese padre con su hijo, por muy mansos que fueran los toros, porque aunque no den cornadas, pisar sí que pisan.
Lo que más me aturde es que nos escandalizamos por actos como éste, y no por los de esos padres que les ponen pendientes a sus hijos de 4 años, que les compran motos sin sabes si son lo suficientemente maduros para llevar un trasto de esos entre las piernas, que los dejan horas delante de la tele sin importarles qué es lo que ven...

Cómo dijo alguien en una peli que vi hace años:
Para llevar un coche hay que tener carnet, para llevar un arma hay que pasar un examen... pero cualquier descerebrado puede ser padre.