martes, 25 de septiembre de 2007

La verdad duele, la verdad

Vivimos en un mundo asustadizo, que le encanta echar la cara hacia otro lado cuando lo que ve no le gusta. Pensamos que lo que no tenemos delante, no existe, que si nos tapamos la cara, aquello que nos disgusta desaparecerá. Panda de ilusos.

Cuando alguien muere de cáncer, escuchamos "tras una larga enfermedad"; no queremos ver a pobres pidiendo en las calles, ni las chabolas que echan raices a pocos metros de nuestras casas con microondas, TDTeses, parabólicas y portátiles; nos enzarzamos en polémicas cuando un paralítico cerebral sale en la tele (véase El Hormiguero)... Vivimos anestesiados en nuestra propia burbuja.

Un famoso fotógrafo italiano (Toscani), responsable de las memorables campañas de Benetton, ha vuelto a saltar a la palestra tras su nueva creación: una campaña contra la anorexia. Este tío es crudo, y muestra las cosas tal y como son, no edulcoradas, ni rebajadas con agua para que jodan menos; las enseña tal y como son, y eso escandaliza.

Pero lo que hace daño no son sus fotos, a no ser que te caiga el cartelón de 20 metros en lo alto; lo que le duele a la gente es mostrar sus propias verguenzas a ojos de todos, sacarnos los colores poniendo ante nosotros todo aquello que queremos esconder bajo las alfombras.

Y es que no vivimos en una peli de Disney, no, más bien en una de Tarantino...