Imagínate que no tienes un calendario a mano, y quieres saber si queda mucho o poco para que llegue Septiembre, ¿qué harías? La solución es bien sencilla: te acercas a un kiosko, y si está rodeado de grandes cartones, conteniendo botijos de diseño, abanicos hechos a mano, o la primera pieza de tu casa de muñecas esquimal, eso es que estamos en Septiembre.Sí, sí, justo antes de la vuelta al cole, vuelven las enciclopedias; esos entrañables coleccionables que duran unos quince años, en los que puedes llegar a reunir todas las partes necesarias para montar tu propio Ikea, o las obras completas de Julian Muñoz.
Cada día se lo curran más, porque es que ya no sé que leches se puede vender por fascículos. Al principio era fácil: que si atlas mundiales, enormes enciclopedias que reunían todo el conocimiento humano en 243 tomos... pero es que ya no les queda nada; cada año que pasa, los fascículos se parecen más a las tonterías que puedes encontrar en cualquier tienda de chinos.
En fín, yo he caido también en la trampa y he empezado uno. Se llama "Colecciona todos los coleccionables", y en el primer fascículo, de regalo, me vienen la primera entrega de "Monta tu propio Ayuntamiento" (con tu parcela para construir), y "Pensamientos Filosóficos Supermodelos 2007". Espero ser constante y acabarla. Palabrita del niño Jesús.
