miércoles, 10 de octubre de 2007

Psicología masculina para mujeres III

Buenos días, querida:

Espero que con las entregas anteriores te vayas quedando con la copla de cómo funciona la mente de un hombre. Olvídate de todo lo que aprendiste, o creiste aprender, en tus años de experiencia y roce con los hombres.

Hoy tocamos un tema que nos sensibiliza especialmente: nuestro pequeño hermanito, aquel que siempre está con nosotros, nuestro totem.

Axioma.-
Nuestro pene tiene vida propia.


Sí, de verdad, si te miento que se me quede muertecita entre las piernas para los restos. No lo controlamos, va a su puta bola, él solo se espabila cuando quiere, y cuando le viene en gana decide que no tiene ganas de levantar cabeza.

No te sorprendas si, al pasar frente a tu pareja embutida en tu pijama de franela modelo "Clerical Antilíbido Dress", notas como algo comienza a crecer en su interior. O cuando te ve ponerte las cremas frente al espejo por las noches, o friendo un par de huevos, da igual.

Hombre, no siempre es así, sabemos qué, cómo y de qué manera, pero otras... puede ser insensible a todo un carrusel de encajes, transparencias y gasas, pero un simple aleteo de pestañas puede dejarnos sin sangre en el resto del cuerpo. Qué le vamos a hacer, somos así.

Pero lo más importante es que no debes quejarte. No protestes y le mires diciendo "Pero ¿qué haces así?", aprovecha el momento, y no esperes al día en que sean necesarias unas poleas, o cuando esté viendo la Champions. Aprovéchalo, que la gloria es perecedera.

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